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feature image1 Delegar es el arte de apoderar al otro de una determinada responsabilidad. En la medida en que la cantidad de tareas que tenemos crece, delegar es la única forma de alcanzar la efectividad, la eficiencia y de multiplicar resultados dentro de una organización. La capacidad de delegar es de las competencias más difíciles de desarrollar, no sólo en las personas que ocupan un rol de liderazgo, sino todos lo que interactuamos con otros en nuestro quehacer cotidiano.

DELEGAR: EL ARTE DE ESTAR AL SERVICIO DE LOS DEMÁS


Delegamos en cierta medida todo el tiempo, desde la tarea más simple hasta la más compleja. Delegamos dentro de nuestras familias, en el trabajo, con nuestros amigos, con nuestros proveedores y también con nuestros clientes.
Es un acto de confianza hacia otra persona en la cual creemos que puede llevar adelante correctamente la actividad encomendada.  Pero delegar no es simplemente “pedirle al otro una tarea” sino que implica una responsabilidad de quien lo pide, en asegurar que la otra persona cuente con la información y las herramientas necesarias para poder ejecutarla correctamente, y con el tiempo para poder cumplirla. Es así que las “condiciones de satisfacción” deben estar muy bien establecidas para evitar los habituales quiebres que nos dejan una sensación de malestar.
Delegar tampoco es  “derivar lo que a uno no le gusta hacer” sino que es otorgarle al otro una responsabilidad  que lo ayude a desafiarse, a sentirse útil e importante. Es así que al momento de asignar una tarea es fundamental ponerse en el lugar del otro, ver si dispone del tiempo, si es algo motivante o si tiene otras tareas más importantes y urgentes que cumplir.
Cubriendo todos estos aspectos estaremos en condiciones de poder exigir resultados, pero la exigencia debe ser siempre con empatía y caridad, es decir, pensando en el otro. Si tenemos que corregir, es importante hacerlo con respeto, rescatando lo positivo y generando un nuevo compromiso de acción de futuro, buscando preservar su auotestima, confianza y motivación.
Delegar en cierto sentido es estar al “servicio del otro” haciendo los  seguimientos necesarios, estando atentos a ofrecer nuestra ayuda, acompañamiento y guía si fuesen necesarios. No es simplemente “derivar y olvidarnos del tema”, sino que es nuestra responsabilidad lograr que la persona se sienta apoyada y alcance el objetivo trazado.  Cuando esto no se logra, la responsabilidad no es sólo de quien lo ejecuta sino también y principalmente de quien lo delegó.
A la hora de delegar también es importante considerar a quien le vamos a encomendar algo, ya que debemos tener en cuenta su posición, su formación , su experiencia y también su grado de madurez y responsabilidad.  En función de eso debemos evaluar si una vez realizado el pedido vamos a realizar una delegación más directiva, con un fuerte apoyo y seguimiento, o más bien una delegación basada en la autonomía responsable y orientada a resultados. Muchas veces somos claros en establecer las condiciones de satisfacción, pero no tenemos en cuenta si la persona tiene o no la competencia técnica o el grado de madurez para llevar adelante la tarea con éxito.
Es por esto que no sólo es importante el seguimiento a la hora de delegar, sino también poder dar un buen feedback sobre el proceso y los resultados alcanzados. Es en esta instancia que podemos destacar los atributos positivos que tiene el otro y sobretodo ayudarlo a ir perfeccionando sus competencias y habilidades y a detectar áreas a mejorar buscando la manera de que sea un momento de aprendizaje y crecimiento personal.
A modo de conclusión, los principales aspectos a tener en cuenta para un delegar efectivo son:

  • Ser claros en la comunicación
  • Cerciorarnos que la otra persona aceptó el pedido, estableciendo un compromiso y las condiciones de satisfacción (tiempo y forma en el cual se requiere el trabajo).
  • Manejarnos con respeto, cuidando al otro e intentando que la tarea a realizar sea una instancia de crecimiento.
  • Hacer los seguimientos necesarios, teniendo en cuenta las características de la persona a quien vamos a delegar.
  • Estar disponibles para ayudar y colaborar ya que la tarea es nuestra responsabilidad.
  • Dar feedback sobre el proceso y los resultados alcanzados.

Si  somos  generosos con nuestro tiempo, estamos atentos a lo que los otros puedan necesitar, cuidamos al otro, y le brindamos un buen feedback sobre su desempeño, podremos lograr mejores resultados, mayor compromiso y motivación.  Por esta razón es que delegar implica estar al servicio de los demás.

 

Lic. Carmen Gastaldi
cgastaldi@entrust.com.uy

 
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